Esta tartita la vi en el blog de cosicas dulces y ella decía que era la tarta más rica de queso que había preparado y la verdad es que por las fotos a mi también me pareció, así que me decidí a prepararla para ver si tenía razón.
La tenía!!!
Cuando la vi salir del horno, no me podía creer que la había hecho yo, con lo mal que me salían a mi éstas tartas. La he hecho igual que María, pero paso a decírosla.
Ingredientes:
Para la masa:
300 grs. de harina
120 grs. de azúcar
ralladura de limón
150 grs. de mantequilla reblandecida
3 yemas de huevo
una cucharadita de esencia de vainilla
Para el relleno:
500 grs. de queso mascarpone
600 grs. de queso philadelphia
350 grs. de azúcar
45 grs. de harina
1 cucharadita de esencia de vainilla
5 huevos
2 yemas
60 ml. de nata central lechera asturiana
Para la cobertura
Mermelada al gusto
Elaboración:
Para hacer la masa, tamizamos la harina con el azúcar y la ralladura de limón, no importa que se quede la mitad en el tamiz.
Hacemos un volcán y colocamos en el centro, la mantequilla, la esencia de vainilla y las yemas. Se trabaja está masa y se forma una bola que dejamos en un bol tapada durante una hora en la nevera.
Luego la estiramos bien y forramos un molde de unos 23 centímetros, yo solo forré el fondo pero ella pone que las paredes también. Hornear 8 minutos. Reservar.
Para hacer el relleno batimos los quesos y añadimos el azúcar y la harina, cuando esté integrada ir añadiendo los huevos uno a uno, batiendo cada vez y finalmente las dos yemas restantes. Por último la esencia de vainilla y la nata, integrar todo bien, y resistiros de meter el dedito porque la pinta es ya de babear.
Vertemos en el molde y horneamos a 130 grados una hora y cuarenta minutos, si metéis un pinchito no saldrá limpio del todo pero vereis enseguida que está terminada.
Cuando la sacas del horno tiene una pinta monísima con el reborde y todo.
Luego dejamos enfriar y añadimos la mermelada que nos guste.
Y éste es el corte